Histórico encuentro entre los patriarcas católico y ortodoxo en Líbano
26 noviembre 2011
En Bkerke, Líbano, se celebra la 20 Conferencia de los Patriarcas Católicos de Oriente, dedicada a la situación de los cristianos en Oriente Medio.
En
el curso de la misma, el pasado 15 de noviembre, tuvo lugar un
encuentro con el patriarca ortodoxo ruso Kirill, en viaje por Siria y
Líbano con la misma preocupación. La inquietud por la situación de las
minorías cristianas en Egipto, Libia, Irak y otros países de la
denominada “primavera árabe” impulsó al patriarca de Moscú y todas las
Rusias Kirill a una misión de paz de tres días en Siria y Líbano que
acabó este jueves y durante la cual se entrevistó con jefes de Estado y
líderes religiosos locales.
Antes de volver a su país, el 15 de
noviembre, el patriarca Kyrill de Moscú se reunió con el patriarca
maronita mar Béchara Boutros Raï. El encuentro fue en Bkerke, donde se
celebra la Asamblea de los patriarcas católicos de Oriente,
dedicada precisamente a la situación de las minorías cristianas en estos
países.
Estuvieron presentes en la reunión el cardenal Emmanuel III
Delly, patriarca de Babilonia y de los caldeos; el cardenal Antonios I
Naguib, patriarca de los coptos católicos de Alejandría; el patriarca
Gregory III Lakham de la Iglesia melquita griega católica; el patriarca
Ignatius Joseph III Yunan de la Iglesia siria católica; el patriarca
latino de Jerusalén Fuad Twal; el arzobispo Gabriele Giordano, nuncio
apostólico en el Líbano; y el expatriarca maronita Nasrallah Boutros
Sfeir. El patriarca Kirill estaba acompañado por los miembros de la
delegación de la Iglesia ortodoxa rusa.
El patriarca Boutros Raï
saludó al patriarca Kirill y le informó de los debates mantenidos en la
20 Conferencia de los Patriarcas Católicos de Oriente. Destacó la
necesidad de cooperación entre las diferentes confesiones para preservar
la presencia de los cristianos en Oriente Medio. La presencia cristiana
“debe permanecer efectiva en sus sociedades, como ha sido a través de
la historia, desde los tiempos de Cristo, la presencia de los apóstoles y
de los primeros cristianos como 'levadura en la masa'”, dijo.
Añadió
que había que afrontar que “la inestabilidad política de la región, la
agresión a nuestras comunidades, y el miedo de que lo que se ha llamado
'primavera árabe' traiga la supremacía de grupos que alterarán la
estabilidad de la región y de la convivencia por la que tan
diligentemente estamos trabajando”. Así mismo propuso afrontar “las
dificultades que la vida de los cristianos encuentra a nivel de libertad
de conciencia y de culto y en los derechos de ciudadanía, sabiendo que
nos esforzamos junto al Islam moderado en el desarrollo de nuestras
sociedades”.
Por último, “el conflicto israelí-palestino e
israelí-árabe, y sus consecuencias en los países de Oriente Medio,
afrontando la negación del derecho de los palestinos a recuperar las
tierras de acuerdo con la resolución 194 de legitimidad internacional, y
el rechazo al derecho de tener un estado palestino junto a un estado
israelí de acuerdo con la resolución 191. Ambas resoluciones datan de
1948”.
“Consideramos –dijo- la petición del estado israelí de
ser reconocido por la comunidad internacional como un 'estado judío'
extremadamente peligrosa”. Agradeció la “histórica visita”, esperando
que este “diálogo con usted y con su iglesia continúe”, por el bien “de
una continua colaboración para el beneficio de los cristianos y de los
países de Oriente Medio”. “¡Que la proclamación del Evangelio de Cristo
siga siendo una luz de salvación para todos los hombres! Que la comunión
entre las iglesias, el diálogo vivo entre las religiones y el
testimonio cristiano de verdad y caridad siga siendo una garantía para
el futuro de la paz, la justicia, la comunión con el respeto mutuo y la colaboración y la real participación en la vida pública y nacional”,
concluyó.
El primado de la Iglesia ortodoxa dijo que, para los
rusos, el Líbano había formado parte de Tierra Santa, compartió sus
recuerdos de la visita del patriarca Nasrallah Boutros Sfeir de la
Iglesia rusa ortodoxa en 1987, y destacó las buenas relaciones
existentes entre el patriarcado de Moscú y la Iglesia maronita.
Mencionó
los temas teológicos difíciles que están en la agenda del diálogo
ortodoxo-católico y expresó su convicción de que el diálogo teológico no
será la única materia de cooperación. El patriarca Kyrill dijo estar
convencido de que el trabajo común para mantener los valores cristianos a
flote en el mundo moderno era igualmente importante. “El problema de la
'cristianofobia' es muy acuciante en la actualidad; los esfuerzos
comunes de los cristianos de diferentes confesiones son esenciales para
luchar contra este peligroso fenómeno”, dijo el patriarca ruso,
añadiendo que la Iglesia ortodoxa rusa presta gran atención a este
problema y que celebrará una conferencia internacional sobre el
argumento en Moscú, los días 30 de noviembre y 1 de diciembre.
El patriarca Kyrill invitó a la cúpula de la Iglesia maronita a tomar parte en la conferencia o a visitar Moscú más tarde. Como recuerdo de esta reunión, su santidad regaló a la cúpula dirigente de la Iglesia maronita cálices de plata con grabados de los sitios santos más importantes de Moscú. Todos los participantes a la reunión recibieron el libro Libertad y responsabilidad, en lengua árabe.
El patriarca Kyrill invitó a la cúpula de la Iglesia maronita a tomar parte en la conferencia o a visitar Moscú más tarde. Como recuerdo de esta reunión, su santidad regaló a la cúpula dirigente de la Iglesia maronita cálices de plata con grabados de los sitios santos más importantes de Moscú. Todos los participantes a la reunión recibieron el libro Libertad y responsabilidad, en lengua árabe.
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